Alberto Muñoz Esparza nació en Balsapintada (Murcia) en 1972 y desde una edad temprana mostró su pasión por el escenario. Inmerso en el mundo de la danza, completó su formación en el Conservatorio Profesional de Danza en Murcia, la Escuela de Ballet Carmina Ocaña en Madrid y Steps on Broadway en Nueva York. Tuvo el privilegio de estudiar con destacados maestros como Jose Antonio Robles, Michael Vernon y Whilheim Burmann.
A lo largo de su carrera, Alberto destacó como bailarín solista en reconocidas compañías de danza en España, Estados Unidos y Canadá, interpretando coreografías de renombrados artistas como George Balanchine, John Butler, Gerald Arpino y Lar Lubovitch, entre otros. Además, exploró el mundo de la coreografía, manifestando su creatividad y contribuyendo al mundo de la danza desde diferentes perspectivas.
De regreso a España en 2006, Alberto se estableció como Maestro de Ballet, compartiendo su experiencia y conocimiento con estudiantes de danza en diversas instituciones tanto en su país natal como en Estados Unidos. Su dedicación y talento lo llevaron a ser reconocido como un profesional consumado y respetado tanto por sus colegas como por sus alumnos.
Actualmente, como coodirector y maestro en Robles Ballet School, Alberto continúa inspirando a las futuras generaciones de bailarines con su pasión y compromiso hacia el arte de la danza. Su amor por el escenario y su profundo entendimiento de la danza como una forma de expresión y libertad han dejado una huella perdurable en la comunidad artística.
Como bailarín, ha explorado diferentes rincones del mundo a través de la danza. Su viaje comenzó en 1997, cuando se unió al Ballet Clásico Mediterráneo en Madrid, España, donde tuvo la oportunidad de sumergirse en el mundo del ballet clásico. Desde entonces, ha tenido el honor de bailar en escenarios prestigiosos como el Teatro Real de la Ópera de Madrid y el Centro Coreográfico de Valencia, expandiendo su experiencia y crecimiento artístico.
La travesía de Alberto lo llevó más allá de las fronteras españolas, hacia Estados Unidos y Canadá, donde pudo enriquecer su arte en compañías como el Connecticut Ballet, Richmond Ballet y Dayton Ballet. Estas experiencias internacionales no solo ampliaron su perspectiva como bailarín, sino que también le permitieron colaborar con coreógrafos de renombre y explorar una variedad de estilos y técnicas de danza.
Además de su trabajo como intérprete, Alberto ha tenido el privilegio de contribuir al mundo de la danza a través de la coreografía y otros proyectos creativos. Desde la creación de piezas originales como «Preludios de Metal» y «Tetraktys» hasta colaboraciones como asistente coreográfico en «Génesis», ha buscado constantemente nuevas formas de expresión y narrativa a través del movimiento.
Como profesor y coreógrafo, Alberto ha compartido su pasión y conocimiento con la próxima generación de bailarines. Desde impartir clases magistrales en instituciones como la UCAM en Murcia, hasta trabajar con jóvenes talentos en Robles Ballet School, su objetivo ha sido inspirar y nutrir el potencial artístico de sus estudiantes.